lunes, 15 de mayo de 2017

Poesía "Maistrito de Pueblo", de Abraham Rivera Sandoval.


MAISTRITO DE PUEBLO.
Por Abraham Rivera Sandoval.

Que ya te dije que no 
y tus caprichos no acepto, 
Aunque me dejes de hablar, 
aunque te sientas molesto; 
Y aunque me hagas sentimiento 
no he de darte mi permiso... 
Antes, té lleno de cuero. 

Tanto dinero gastado, 
Tanto celo, tanto empeño, 
La primaria, secundaria, 
Prepa y curso propedéutico. 
Tanta hablada de tu parte 
Con todos tus compañeros 
Diciendo... que tú serías 
Un profesionista bueno, 
Que ibas para licenciado 
O que si no... serías médico, 
Contador, militar, cura, 
Político o ingeniero. 

Y hoy que estás como chiflado 
O loco te estás volviendo 
Me sales de babosote 
Con la idea de ser maestro. 
Tanto dinero gastado... 
Tanto afán y tanto empeño 
Tantas felicitaciones 
De amigos y compañeros, 
Para que hoy... con gran cinismo 
Tú me digas... ya no quiero 
Llegar a ser burgués cursi 
Si no preciado maestro. 

¿Qué, no te va a dar vergüenza 
de rebajarte tan feo? 
¿Qué no vas a sonrojarte 
de bajar a tal empleo? 
¿MAISTRITO?... que grande cosa, 
que dignidad... que talento... 
que porvenir... que importancia, 
que prestigio... que abolengo. 

MAISTRITO DE ESCUELA... un torpe 
Que nada sabe de cierto, 
Haragán, irresponsable, 
Vago, pobre... un majadero. 

MAISTRITO... sólo un don nadie 
Un vulgar vago de pueblo, 
Que va a organizar plantones, 
Marchas, huelgas y jaleos. 
Un flojo que sólo quiere 
Ganar dinero y dinero 
Sin importarle a los niños 
Ni sentir el magisterio. 
Que no venera a la patria 
Hombre ruin, politiquero, 
Pues para él sólo es valioso 
Pasarla de mitotero. 

Explíqueme... licenciado 
Dígame usted, ingeniero 
¿Qué va a enseñarle a los niños? 
¿ Cómo va a orientar al pueblo? 
¿Cómo va exponer su clase 
a los niños de primero, 
si usted no sabe contar, 
ni jugar, ni estar contento, 
ni sabe del trato amable 
y menos contar un cuento 
y sólo sabe vestirse 
más o menos de... cirquero? 

Muy sabihondo el hombrecito 
Que ni quebrados, ni enteros, 
Ni decimales, ni nada, 
¿Sabe el señor embustero? 
Conque... ya dije que no 
Y no me siga moliendo... 
Que normal, ni que normal... 
No quiero que seas maestro. 
Antes te llevo al ejido 
Para que seas jornalero 
Pa’ que el sol te dé en el lomo 
Y te pongas fuerte y prieto. 

ASI ME DIJO MI PADRE 
Y YO QUE MUCHO LO QUIERO 
BAJE LA FRENTE Y SALI 
DICIENDOLE... ESTOY DE ACUERDO 
YO SERE LO QUE USTED DIGA 
EN VERDAD... SE LO PROMETO 
PERO... YA NO ESTE ENOJADO 
PUES LE HACE DAÑO... Y ME APENO. 

Salí a la calle, vagué 
Por las calles y los huertos, 
Por el jardín, la placita, 
Por la iglesia y el colegio... 
Miré a los peones cansados 
Sudorosos, sin aliento, 
Poniendo sobre un papel 
Sólo la huella del dedo. 
Vi a las mujeres descalzas 
Cargando leña del cerro, 
Y vi niños, muchos niños 
Hurgar en los basureros. 

Recogí desesperado 
A esa gente de mi pueblo, 
A esas gentes sin fortuna, 
Sin rendición, ni consuelo. 
Los metí en mi corazón, 
En mi entraña, en mi cerebro, 
Les di patria en mi conciencia, 
Y me confundí con ellos. 
Allí frente a aquellos niños 
Frente a esos niños enfermos, 
Pensé que eran angelitos 
Despreciados por el cielo. 
Miré que no tenían alas 
Los miré casi sin cuerpo, 
Angeles sin un hogar, 
Sin virgen, sin padre nuestro. 

Y pensé... si me aferrara 
A ser licenciado o médico, 
Contador, conferencista, 
Sacerdote o ingeniero, 
¿Cómo podría despertar 
la conciencia de mi pueblo? 
¿Qué les favorecería 
que yo lograra alto empleo, 
Sí ni justicia, ni amor, 
ni palabras de consuelo 
podría darles y ofrecerles 
para calmar su tormento?... 

entonces volví a mi hogar, 
todo lo tenía resuelto, 
llamé a mi padre y le dije: 
“Yo a usted mucho lo respeto... 
comprendo sus sacrificios, 
Sé de sus ansias y sueños. 
Pero hoy... quiero que me escuche, 
Por favor... sólo un momento. 

Si quiere que sea feliz 
Y desea que sirva al pueblo. 
Si quiere que colabore 
Para mejorar a México. 
Si usted quiere que mi vida 
La dedique a lo que quiero 
Luchando por la igualdad, 
Por la ciencia y el progreso... 
Deje padre, que yo tenga 
La profesión con que sueño. 
Deje que yo sea feliz 
Con mis niños sin colegio. 
Deje que con mi vocación 
Se torne clase y recreo, 
Que sea lección de cariño, 
Que sea canto, que sea verso, 
Que pueda yo ser lucero 
Con la luz del alfabeto. 

Que pueda ser manantial 
Que sacie la sed del pueblo. 
Déjeme sufrir... luchar, 
Déjeme vivir con ellos 
Para lograr educarlos, 
Para construir un colegio. 
Déjeme padre... que luche... 
Deme permiso le ruego 
Para sembrar esperanzas, 
Para apuntalar anhelos. 
Deje que forme una escuela, 
Escuela a los cuatro vientos, 
Escuela de libertades 
Donde haya luz y contento. 
Deme permiso papá... 
Que yo sea un maistrito de pueblo 
Que marque programas justos, 
Que trace caminos nuevos. 
Deje que siembre la miel 
Deje que propicie el vuelo 
De esa águila que parece 
No tener alas ni aliento 
Deje que escuche mi voz 
El militar, el gobierno, 
El sacerdote, el artista, 
El paria y el jornalero, 

Si ya mi hermano es doctor 
Y el mayor ya es ingeniero, 
¿Porqué no permite usted 
que yo... me torne maestro... 
Sí ellos en su ingratitud 
ya han formado un mundo nuevo 
de explotación, de egoísmo, 
de lujos y de dinero. 
Si de usted se han olvidado, 
Si ya no vienen al pueblo, 
Y en su situación burguesa 
Gratitud y amor han muerto. 
Si ellos saben que aquí, en casa, 
Hay pobreza y hay apremio, 
Porque ni por caridad 
Lo atienden cuando está enfermo?... 

Mi padre quedó pensando 
Silencio guardó un momento... 
Luego me abrazó y me dijo 
Si... muchacho... te comprendo: 
Vete a luchar hijo mío 
Yo esperaré tu regreso, 
Sabiendo que traerás cosas 
Logradas con fe y empeño. 
Cuando vuelvas hijo mío 
Vamos a estar muy contentos 
Y se llenará la casa 
Con tu amor y tus pequeños. 
Si aquí no me encuentras, 
Sé que tendrás el consuelo 
De volver a esta tu casa 
De regresar a tu pueblo. 
Yo sé que vendrás por verme, 
Tú vendrás por este viejo 
Y querrás con toda tu alma 
Enseñarme el alfabeto. 

Más si aquí no me encuentras 
Ve a buscarme al cementerio 
Y ahí sólitos los dos 
Envueltos en el silencio 
Me dirás de tus afanes, 
De tus luchas, tus proyectos, 
De tus sencillas tareas 
De tu honor y de tus éxitos. 
No me traigas flores, hijo, 
Yo sé que no las merezco, 
ni cruz, ni ceras, ni nada, 
sólo quiero tu recuerdo. 

ANDA HIJO MIO... vete ya . 
México espera tu esfuerzo, 
Te espera el hombre ignorante 
Y los niños macilentos, 
Yo aquí me quedo esperando 
Con orgullo verdadero, 
Porque sé que cumplirás 
Ser prestigiado maestro. 
Anda hijo mío... vete ya. 
Que si de momento muero 
Con orgullo gritaré: 
MI HIJO... ES MAISTRITO DE PUEBLO.


Biografía de Abraham Rivera Sandoval.

Nace el 11 de mayo de 1908 en Cuautla, Morelos. 

Egresó y se graduó del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio. Cuernavaca, Morelos y en la Escuela Normal Superior de México en las especialidades de Biología, Historia, Lengua y Literatura Española.
Se desempeñó como monitor honorario, maestro y director de educación primaria en el sistema federal y estatal, así como inspector de educación primaria en varias zonas escolares.

Fue catedrático en la escuela secundaria nocturna "Gabino Barreda", de Cuautla, Morelos, durante 27 años. También fue catedrático en la Escuela Preparatoria de Cuautla durante 25 años; maestro honorario de alfabetización durante 6 años. Promotor de educación física en la región oriente, integrante de basketball profesional y maestro de deportes en el ejército nacional. Catedrático de la Escuela de Enfermería, así como de la Escuela Normal Superior de Cuautla, Morelos.

En su ciudad organizó diversas ocasiones bailables masivos y fue distinguido orador en celebraciones oficiales; ocupó el 1er lugar en los concursos por asignaturas a nivel estado, en varias ocasiones. Fue campeón de basketball en el estado, fundó el grupo de exploradores infantiles "Tequihuas". Representó el folklore morelense con sus alumnos, en el Auditorio Nacional, en la casa del Maestro y en el jardín "Borda".

Fundó la escuela preparatoria de Cuautla, Morelos. Fundó la escuela secundaria de Ciudad Ayala, Mor., así como la escuela secundaria nocturna "Gabino Barreda" de Cuautla Morelos.

Fue galardonado por la Ford por las exposiciones de trabajos manuales que presentó.

Recibió las medallas: "Prof. Rafael Ramírez", "Ignacio Manuel Altamirano", "De la Legión de Honor" y "Emiliano Zapata". Fue distinguido como el mejor maestro en el estado; fue honrado como presidente de la Academia de Arte en Morelos. Es autor de revistas de estados de Puebla y Veracruz, cuentos y poesías.

Fuente de la biografía:

http://biblioweb.tic.unam.mx/diccionario/htm/biografias/bio_r/rivera_san.htm


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