La noche sumergida
en un profundo silencio.
De pronto,
hay lluvia en mi rostro:
carencia de tus manos,
de
tu boca.
Bajo la lluvia aguardo tu voz,
bajo la lluvia duele más
tu ausencia.
Llueve durante esas interminables
madrugadas de insomnio,
cuando tu recuerdo emerge
en mi pecho
e imagino tu amor en mis labios.
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