Llora en mi hombro,
descarga el mar amargo
que cargas en tus ojos;
que tus lágrimas se sequen
al calor de mis besos,
que tu alma herida
halle consuelo en mis brazos.
Llora en mi hombro,
refúgiate en el amor
que nació para ti,
sólo para ti.
Déjame
acariciar tu rostro humedecido
y sentir tu dolor,
tratar de arrancarlo de tu ser.
Debes saber que el sufrimiento,
pesa menos entre dos enamorados.
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